En un segundo
Arrancaste de golpe mis sentidos
Haciéndome estremecer por completo
Provocando el hervor de mis latidos
Y lo entrecortado de mi aliento
Tu haces que desee ser solo tuya
Que no haya un por qué, ni una razón de sobra
Me haces perder todo el sentido de mi lucha
Cuando tus manos hurgan tras la ropa
Que beses mis pechos, ¡que delirio¡
Que me muerdas, me estrujes, me lastimes
Que de tanto consumirme se vuelva un martirio
El placer de empezar a seducirme
Tocando suavemente mí baja espalda
Me siento empañada de tu aliento
Tus uñas acompañan tu mirada
Mientras montas en mi, sutil portento
Te siento tan adentro febril bragadura
Que deseo gritarlo a los cuatro vientos
Pero tu me callas con tu natural postura
Haciéndome desear tus aderezamientos
Mis piernas se abren francas, no se escudan
Ofreciendo el néctar de mí anhelo
Mi piel se eriza, mis pezones te saludan
Y en un segundo puedo visitar el cielo
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