4)
La (in)vulnerabilidad se extiende
Como un canto
;
(Sigo el sesgo a una estación propicia
E ignoro el mecanismo del retorno)
Madura el ancla en el árbol de la médula
;
La sed es un cielo anticipado,
Un relámpago inmóvil en la memoria
De la arboleda.
El fruto flamígero de la sed
Ya está cantando.
6)
Desde los cauces
El alba es la sed
;
La sed se inscribe
(a)parte
:
Se sujeta a la ley del cuerpo.
El cuerpo es el eje del fuego
(El fuego es el cauce)
Como el cenit
:
El sueño.
7)
La vía permanece inalterable.
El desierto es el reflejo del manantial.
El manantial se extingue,
Está próximo el deslumbramiento,
Próxima la vigilia del agua.
Soy el germen del desierto.
(El síndrome es un espejismo en la aridez
Que atraviesa la córnea y el hálito
Y se acerca intempestivo
Como el auge del día.
Sigo el rastro del síndrome
Hasta los abrevaderos de la visión.
El síndrome medra
En su sistema inflexible.)
El desierto emerge
Como la señal del canto
Y la invisibilidad.
13)
(Ojo de la sed
:
Cima del espíritu
:
Semilla del exilio.)
El ojo de la sed
Es la tentativa del espíritu,
Parcela inalterable,
Cimiente de exilio.
Porque la luz se vence
Y la ceguedad
Es el páramo y el fruto.
El ojo de la sed
Permanece inalterable
Es la fuente y la raíz
Del relámpago incesante.
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